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La importancia de establecer una política de seguimiento en Twitter

Wicho No me acuerdo que usuario de Twitter dijo alguna vez «mi Twitter es mío y me lo f… cómo y cuando quiero». (gracias Clara por recordármelo)

Mi colega y amigo Oscar del Santo, por ejemplo, tiene por política seguir a todo aquel que lo sigue a él; exceptuando determinadas cuentas.

Yo no. Yo soy muuuy selectivo con las personas a las que sigo. Una regla que sigo es que tengo que conocerlos personalmente o haber intercambiado con él/ella, algunos tuits. O que me parezca muy relevante lo que publica en su blog, o los contenidos que cura y publica en su cuenta.

Si bien trato de mantenerla, también soy un poco flexible si alguien o algo me llaman particularmente la atención. Odio de forma casi violenta a los «caza followers». Personas que en su mayoría, trabajan de o por su presencia en redes sociales. Personajes que se creen que nadie sabe usar Tweetadder más que ellos.

Uno de estos personajes, (amante del kung fu) cuando le increpé por ser la tercera vez en un mes que me seguía y dejaba de seguir, me contestó «¿me vas a decir tú a mí como ganar seguidores con la miseria que tienes?». A lo que le contesté; que si fuera él tomaría más recaudos porque había visto 4 quejas por lo mismo en 3 días entre sus menciones.

Para completar el circo, me contestó que «3 quejas entre más de 100.000 seguidores era un buen negocio». Sin comentarios.

Pero todo esto es entre usuarios particulares. Y como dije al principio, que cada uno haga con su cuenta lo que le de la real gana.

El problema empieza cuando una empresa no tiene clara su política de seguimiento ANTES de empezar a usar Twitter.

A la mayoría de los mortales puede parecerles una tontería sin importancia. Por eso, tirando de archivo, voy a tratar de contarte ¿Qué puede pasar por no establecer una política de seguimiento?

Vamos a empezar con un recuerdo sobre el comentario (sin respuesta) de @RafaMerino ante la idea de Renfe de dejar de seguir de un día para el otro, a casi 5000 usuarios. Aquí, detalla en un muy buen post, otra serie de acciones fallidas en su presencia en Internet en general.

¿Tiene derecho Renfe a dejar de seguir a 5000 followers? Por supuesto que sí. Siempre y cuando tenga cuidado de que Twitter no le suspenda la cuenta por «uso agresivo», puede hacer y deshacer lo que le de la gana. Pero se podría haber ahorrado la crítica si desde un primer momento, no hubiese seguido a tanta gente.

Si ya los sigues, y te interesa balancear tu índice seguidos / seguidores, puedes empezar por dejar de seguir a aquellos que ya no utilicen su cuenta. Cada mes, sincronizas tu cuenta con SocialBro, y el que no haya actualizado su cuenta en los últimos dos meses, es muy probable que no la vuelva a utilizar. Cuesta más trabajo. Por supuesto que si. Pero eres honesto con las personas a las que haz decidido seguir desde un principio.

¿Es necesario seguir a otros usuarios desde una cuenta de empresa y/o institución? Absolutamente NO.

Esta empresa o institución se puede crear ahora hasta 1000 listas (públicas o privadas) con 5000 usuarios cada una, y de esa manera no perderse absolutamente nada de lo que dicen estos perfiles.

¿Quién hace esto? Nada menos que el admirado y denostado a partes iguales community manager de @Policia (Carlos Fernández Guerra).

¿Y qué pasa si quiere mandarle un mensaje privado a alguien? Si esa persona sigue al perfil de la Policía, lo puede hacer. Ahora el envío de DM no necesita que el seguimiento sea recíproco. Es la otra persona la que no podrá enviarle un mensaje directo a la Policía. Para este tipo de casos, las empresas o instituciones, pueden optar por tener un perfil comodín de una persona o empleado para salir al cruce e intervenir en la conversación de manera más personal.

La otra opción, menos recomendable, es seguir «temporalmente» a esta persona. Intercambiar los mensajes necesarios e inmediatamente después, dejar de seguirla.

¿Tiene tanta trascendencia todo esto? Pues, la verdad es que sí.

Imagínate que una institución pública sigue sólo a «ciertas» empresas de «ciertos» grupos empresarios. Dado como está el patio de la política, ¿qué sería lo primero que pienses? Exactamente… Igual que yo.

Si tiene por política seguir a todo el mundo, siempre puede poner la excusa de no conocer esa cuenta en particular. Y cuando le remarquen la falta de seguimiento, empezar a seguirla. Pero es someter al perfil a posibles críticas constantes y planteos por la falta de seguimiento.

Esto es lo que ocurrió esta semana en plena crisis por el programa de escucha digital de los Estados Unidos (PRISM). En Techcrunch se preguntaron, qué clase de información privilegiada tiene Mashable para la NSA con respecto a la que publican ellos.

Y uno con un tono un poco más humorístico, le costó el puesto al Community Manager de las Naciones Unidas, por seguir, en la cuenta corporativa a la actriz porno Penélope Black Diamond.

Community de Naciones Unidas pierde el empleo por seguir a actriz porno en Twitter

Al igual que en Twitter, en Facebook también es posible «seguir» a otras páginas desde tu propia página. Y, aunque tiene mucha menos visibilidad y trascendencia que en Twitter, también es bueno tener presente que no podemos actuar por impulso.

Todo lo que pienses antes, te lo ahorrarás en explicaciones después. Recuérdalo la próxima vez que estés encima del botón de «Follow».

 

Cuánto publicar al día en Twitter? Ese delicado equilibrio

Partamos de la base fundamental de que todo lo que publiques tiene que tener valor para tu comunidad. Y no sólo tiene que tener valor, sino que, en lo posible, todo ese valor tiene que haber sido generado por ti.

Si tienes la suerte de poder contar con un equipo de generación de contenido que te ayude en tu presencia en Twitter, debes tener en cuenta que la principal causa por la que dejan de seguirte en esta y otras redes sociales, es la cantidad de actualizaciones por día que realizas.

Así se puede ver en el estudio más actualizado de la empresa eMarketer.

Razones por las que te dejan de seguir

Sin embargo, como te he contado en diferentes oportunidades, lo primero que debes conseguir para empezar a forjar una comunidad grande y estable, es visibilidad. Y aquí es donde la mayoría de las estrategias fallan. Se creen que más actualizaciones es igual a más visibilidad. El valor de tus contenidos es lo único que te puede aportar visibilidad. Visibilidad de la que aporta reputación; obviamente. Si quieres visibilidad vacía, hueca; puedes dedicarte a programar un tweet cada 2 minutos. Pero tu imagen, tarde o temprano se verá afectada. Y todos te pondrán la etiqueta de spammer.

Pero qué pasa con el Timeline orgánico? Al igual que en Facebook, una vez que alguien te sigue, ya nunca más (salvo que tenga interés en ello) ve TU timeline, sino que ve tus actualizaciones en SU timeline.

Y diversos estudios corroboran lo que todos imaginamos. Que un poco menos del 1% de tus seguidores está viendo el timeline en el momento justo en que tú publicas. Así, por ejemplo, si tienes 2000 seguidores, en el momento en que actualices tu estado, solo impactarás (potencialmente) a menos de 20.

Y aquí es donde viene el problema. Si no publicas demasiado, no consigues visibilidad, y si publicas seguido, corres el riesgo de que te dejen de seguir.

Obviamente dependerá de cada sector en concreto y «la vida» de cada comunidad en un momento determinado, pero ninguna cuenta debería publicar menos de 5 tweets al día. Si no puedes actualizar al menos esta cantidad de veces, puede significar dos cosas: o no tienes una buena monitorización establecida para recoger noticias interesantes para tu comunidad, o no estás generando ningún tipo de contenido en absoluto.

Del otro lado, si tu actividad está circunscripta a una región en concreto (no es internacional), más de 20 actualizaciones por día, puede considerarse spam en toda regla. Todo esto, incluidos los RT y las menciones y respuestas. Sólo existe una excepción a esta regla y es cuando formes parte de algún evento. En ese momento, y si el evento es del interés de tu comunidad, puedes superar tranquilamente los 20 tweets al día. Obviamente, teniendo cuidado tampoco de no pasarte. Un tweet cada 3 o 5 minutos puede ser una buena media para este tipo de eventos.

Y cómo distribuimos esos 20 tweets al día?

Es mentira que funcione programar uno a la hora durante 20 horas del día. Con herramientas como Buffer o SocialBro, debes descubrir en qué momento tienen más interacción tus tweets y aprovechar mejor esos segmentos para meter un tweet cada 15 o 20 minutos.

Existen ciertos «primetime» comunes de Twitter (de 7:30 a 9 horas y de 21 a 23). Pero no debes fiarte de esto. Puede que tu comunidad interactúe en otro momento del día. Por lo que no hagas caso a las cientos de infografías absurdas que publican por ahí con «los mejores momentos para publicar en Twitter». El único mejor momento es el que tú certifiques que es el mejor momento.

Entonces, si acabas de publicar un artículo en tu blog o web, puedes repetir sin problema 3 veces la actualización cambiando un poco la redacción del tweet a lo largo del día.

Luego, desde tu panel de monitorización, puedes programar unas 10 o 15 actualizaciones (dependiendo del sector y de la cantidad de noticias que puedas recoger).

Las otras 5 u 8 actualizaciones que te queden puedes reservarla para contestar pro activamente a gente de tu sector y a hacer retweets y menciones de influencers que tengas identificados en tu comunidad.

Todo esto, bien organizado y con una estrategia sólida te puede llevar no más de una hora y media al día.

Como ves, no hace falta estar las 24 horas pendiente de Twitter. Pero tampoco dedicarle 5 minutos al día y pretender tener éxito.

Y tú, como distribuyes tus actualizaciones a lo largo del día?