El futuro llegó hace rato. El Rey Juan Carlos dimite primero por Twitter

«El futuro llegó, hace rato…»

Eso decía la primera estrofa de «Todo un palo» de Patricio Rey y sus redonditos de ricota. Banda de rock legendaria de Argentina.

Y hoy lo hemos podido comprobar en primera persona. El Rey Juan Carlos I, abdica a su corona en favor de su hijo Felipe, y el perfil en Twitter de la Casa Real de España; luego de 13 días de estrenada la cuenta, anuncia por este medio y en simultáneo con Mariano Rajoy, el comunicado que oficializa este acontencimiento.

 

El hecho de que lo estemos viviendo (y escribiendo), no tiene por que hacernos perder de vista de que estamos presenciando un hecho histórico sin precedentes. Cercano aunque a una escala más reducida al producido el 13 de marzo de 2013 con el anunciamiento del Papa Francisco.

Twitter Pontifex

Que estamentos y estructuras tan conservadoras, tan «perennes» y tan poco amigas de «lo nuevo», como el Vaticano y la Casa Real, cuando deciden comunicar algo de semejante calado, piensen que en al mismo momento de comunicarlo a la prensa, deben también y sin intermediaciones, comunicarlo a través de las redes sociales; tiene que hacer reflexionar a muchos.

La prensa la primera. Ya no son «dueños» de las exclusivas. Ya no poseen el don de filtro de las comunicaciones. Cualquier empresa, institución o individuo se transforma en su propio medio de comunicación. Y dependerá en todo caso, del grado de penetración, confianza y lo grande que sea su comunidad para hacer llegar esa información a todo el planeta en cuestión de segundos.

Los siguientes son las empresas. Deben entender la trascendencia y el poder que tienen estos medios. Bien dirigidas y estructuradas. Y luego bien comunicadas, las noticias y los contenidos que se generan internamente pueden ser muy poderosos.

Hacía esta mañana con unos colegas un análisis de la estructura del tuit con el comunicado. No es casual. Técnicamente es perfecto.

Texto + enlace + composición fotográfica

Saben de la importancia del mensaje y lo emiten en el formato que está probado que tiene más repercusión en esta red social.

Y por último, nosotros como usuarios comunes también debemos tomar conciencia de la trascendecia de nuestros mensajes. No nos podemos tomar a la ligera las palabras que emitimos por estos canales públicos. Para bien o para mal quedan ahí. Y pueden beneficiarnos o perjudicarnos de acuerdo a la materia gris con la que hayan sido escritos un segundo antes de pulsar el botón de Publicar.

Tema aparte es el ingenio popular que no solo no descansa sino que es más rápido que la luz 🙂