Facebook, el «asesino» del billón de dólares
Una de las cosas que más divide a la gente relacionada con el Social Media Marketing, es la importancia relativa en relación a las otras acciones digitales que le otorgan a las redes sociales.
Yo, soy del bando que le otorga una importancia relativa. Alta, pero no excluyente. Para mi, alguien que base toda su estrategia online en las redes sociales; más todavía si es hacia una sola, comete «suicidio tecnológico». Aún así, hay gente bastante influyente que sigue pensando que ya no se necesitan webs corporativas y blogs.
El 30 de marzo de este año, un punto para los de mi bando se anotó mundialmente. Ese día, forzosamente, todos pasamos al modo «Timeline» de Facebook.
Y qué pasó entonces? qué, aunque no desaparecían, todas nuestras pestañas personalizadas, perdían la capacidad de transformare en «Landing page» de nuestra página de Facebook.
Y qué consecuencias trajo esto? En principio, y según un estudio de PageLever, las pestañas perdieron de un día para el otro, el 53% de engagement. Incluso hubo gente que pensaba que habían desaparecido del todo.
Esto que para un usuario común no significa nada, y que para los administradores de páginas significa ingeniárselas para otorgarles la importancia perdida, para algunos ha significado poco menos que la ruina.
Es el caso de Vitrue (adquirida por Oracle) en U$300 millones en mayo, Context Optional (adquirida por U$50 millones en mayo de 2011) y el coloso Buddy Media (adquirida por Salesforce por U$689 millones en junio). Todas dedicadas (entre otras cosas) a personalizar la forma en la que veíamos nuestras pestañas.
Sabéis sumar, no? Esto suma casi mil millones (1 billón americano) en compras de empresas que han visto como su «core business» fue perjudicado en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora bien. Todo esto es malo? Para estas empresas (y sus compradores), obviamente, si. Sin embargo, para los usuarios, los factores fundamentales de cualquier red social, esto es bueno. O muy bueno dependiendo de qué páginas sea fan ese usuario.
El no tener este «artilugio» para comprometer visual o sentimentalmente a los presentes y futuros fans, hace que las marcas tengan que preocuparse más que nunca por el contenido que publican en sus muros, o Timelines.
Por experiencia propia, todas las páginas que gestiono o controlo, han aumentado su nivel de compromiso. Muchas veces, esta sensación de beta permanente, y muchas veces equivocada de Facebook, hace que la gente empiece a perder el interés por los usos medios o avanzados de la plataforma. Sin embargo, no debemos perder de vista nunca el Por qué estamos ahí? Estamos ahí para aceptar las reglas de juego (sean cuales fueren estas). Y sobre todo, estamos ahí para satisfacer las necesidades de información y de relación con nuestra comunidad.
Si lo que hacen Mark Zuckerberg y su equipo, favorecen estas opciones principales, toda otra discusión es anecdótica.