Desafíos para el eCommerce en 2021

¿Recuerdas el «salimos mejores»? En una cosa si se cumplió: el eCommerce español creció de manera exponencial durante el 2020. Con picos de dos y tres cifras durante los primeros meses de pandemia, pero a un ritmo sostenido durante todo el año pasado.

Esto ha marcado un punto de inflexión con respecto a las tasas de crecimiento de las operaciones online. Actualmente, más del 70% de la población española compra online, mientras que la tasa cerró en el 58% en 2019. La pandemia sin lugar a dudas, ha definido un perfil de consumidor diferente que puede llegar para quedarse.

Al igual que ocurre con el teletrabajo o las vídeo conferencias, todo apunta a que este crecimiento no se parará durante este 2021, sino más bien que veremos definitivamente consolidadas estas tendencias.

Todo esto, sin lugar a dudas representa un desafío para gran parte de las empresas y personas que hay que acometer más pronto que tarde si no queremos perder el paso.

¿Cuáles son estos desafíos?

  1. Aumento del social ecommerce
    El real. Por fin, las redes sociales ofrecen una alternativa bien elaborada para que las personas compren dentro de sus espacios. Paradójicamente, Pinterest fue la primera en adoptar esta tendencia (aunque sin mucho ruido). Pero sin duda, Instagram y ahora WhatsApp (ambas de Facebook Inc.) son las que mejor están trabajando, pero es una tendencia que seguirán las otras más pronto que tarde.
  2. Compradores cada vez más responsables
    Parece una contradicción, pero cuanta más tecnología se le pone a un proceso, más se busca la personalización y la cercanía. Como he dicho muchas veces, la tecnología ya no es una diferenciación. Está al alcance de cualquier empresa que quiera (y sepa) usarla. En cambio, poner atención a los detalles (personalización, comercio justo, responsabilidad social, huella de carbono, conciliación, etc.) es lo que te dará un punto extra en la decisión de un cliente que puede comprar lo que quiere y donde quiere.
  3. Unificación del off y el online
    Parece mentira, pero casi 7 años después, el libro BrandOffOn de mi amigo Andy Stalman, está más actualizado que nunca.
    Durante el confinamiento, muchos negocios locales han visto como su negocio quedaba inutilizado de la noche a la mañana. Esto ha provocado que tuvieran que reinventarse de formas más o menos creativas para no perder producciones enteras. Grupos y Listas de Distribución de WhatsApp, páginas de Facebook, perfiles de Instagram e incluso listas de correos, hicieron las veces de tiendas online para muchas pequeñas y medianas empresas que no tenían siquiera una página web. Esta experiencia les ha enseñado (eso espero), que tener una presencia consolidada en Internet, además de para fidelizar, te puede ayudar a empujar las ventas en caso de necesidad. Además, les ha demostrado que vender online ya no es una cosa que puedan postergar. Marketplaces o tiendas propias son ya una necesidad urgente.
  4. La usabilidad no es un extra
    He trabajado en incontables proyectos de eCommerce. Muy pocos de ellos han aceptado trabajar un evolutivo permanente de UX y CRO. Con mucha gente mayor incorporándose al grupo de compradores online, es no solo necesario sino obligatorio, atender a las necesidades de cada tipo de usuario para facilitar la compra online en todos los dispositivos. Además, las estrategias de mejoras en la conversión y la usabilidad son acciones que se pagan solas con el diferencial de ganancia conseguida.
  5. Lo queremos todo y lo queremos ya
    El coronavirus nos ha obligado a mantener distancia sobre algunos comportamientos y espacios que nos eran normales hasta hace 1 año. Los envíos a domicilio han aliviado un poco la caída de servicios como la restauración. Esta es una tendencia que no hará más que aumentar. Los servicios de logística serán fundamentales para pequeñas y medianas empresas si no quieren perder cuota con relación a los monstruos del eCommerce. Esto representa retos para los que muchas de estas empresas, no están listas. Pero en esto también es importante recordar que existen empresas especialistas en estos procesos. No hace falta que te tengas que ocupar de llevar tú el paquete en tu furgoneta.

Todavía hay mucho terreno en el que sembrar. Esto no ha hecho más que empezar, pero sin duda, estos meses de pandemia han acelerado el proceso de transformación que necesitaban (y necesitan) nuestras empresas. Como profesionales, tenemos que seguir concienciando y ayudando a las empresas a dar estos pasos de la forma más segura posible, intentando también, enseñarles a reconocer el humo (que lo hay) detrás de todas estas posibilidades.