¿Cuánto vale la innovación? Tesla vs Ford

Una noticia sacudió el mercado. Tesla superó por primera vez en cotización bursátil a Ford.

Tesla, la empresa de Elon Musk, fabricante de coches eléctricos (entre otras cosas), fundada en 2003 obtiene una valoración de U$48.7 billones americanos superando los U$45.3 billones de Ford Motors Company. Empresa emblema de la industria americana, gigante de la fabricación de automóviles.

Aunque ha pasado más veces en los que una empresa, supuestamente «nueva» supera la valoración de una «brick and mortar» tradicional; nunca la comparación fue tan odiosa y tan directa.

Sabemos todos que Amazon vale más que Walmart. Pero no son lo mismo. ¿O si?

Sabemos que Google se cambia el primer puesto con Apple como empresa más valiosa del mundo. Pero son diferentes a todo. ¿O no tanto?

Lo que está claro es que el mercado, este ente sin rostro y sin patria, no contempla (o contemplaba), a Tesla como una empresa de fabricación de automóviles, sino más bien como una empresa de tecnología. Será quizá por eso que una empresa que vendió en 2016 76.000 coches y que todavía no consiguió presentar un balance anual en positivo, le gana a otra que llegó casi a 7 millones de coches vendidos en el mismo período.

El año pasado, más o menos por estas mismas fechas, Tesla presentaba su modelo 3 y conseguía cerca de 200.000 reservas en menos de 24 horas de un coche que nadie había visto. Ni conducido.

Como bien cuenta Andy Stalman en este post de esa época, todas las marcas tradicionales de automóviles caen en picado en ventas mientras que una «new kid on the block» supera año tras año un crecimiento del 50%. Y sigue sin ganancias. Y aún así, se dispara en bolsa.

¿Nos estamos volviendo locos? ¿Qué define lo que vale una empresa? ¿Estamos ante la burbuja más grande jamás vista desde las puntocom del 2000?

Para ninguna de estas preguntas tengo una respuesta contundente. Sólo tengo una percepción. La percepción (y las ganas) de que nunca antes desde el Renacimiento, las ideas y la innovación valieron tanto.

Ese enorme intangible que significa la innovación está haciendo que la generación de valor ya no se asocie a cosas materiales. Ni siquiera digitales. Lo que se está privilegiando es cuánto son capaces estas empresas de cambiar el mundo en el que vivimos. Transformarlo. Ponerlo patas para arriba. Aunque no sean capaces (todavía) de ganar dinero.

Y de todo esto surge otra pregunta más inquietante: ¿necesita una empresa ganar dinero para ser valiosa para el mercado?

Amazon empezó a ganar dinero hace dos días como quién dice. ¡Y nació en 1994!

Los inversores al parecer, piensan que el Sr. Musk, puede ser el nuevo Henry Ford del Siglo XXI. Y su Tesla 3, ser el nuevo Ford T.

Al parecer, tendremos una remake de la famosa frase del ingeniero de Detroit: “Un cliente puede tener su automóvil del color que desee, siempre y cuando desee que sea negro”. Salvo que ahora sera: “Un cliente puede tener su automóvil del color que desee, siempre y cuando desee que sea eléctrico”.